Sé lo que piensas,
lo que sientes y lo que sueñas.
¡No..., no...!
No hables...
No me digas nada.
Mi alma escucha la tuya
en el silencio de mis madrugadas
en la soledad, en la tristeza,
en la agonía de mis sueños
mientras a ti,
te agota la espera desesperada.
No. No me digas nada,
puedo imaginar tu mirada
cubierta de miles de lágrimas
sentirlas caer como las mías
sin decir nada.
No digas más nada,
ya lo dicen las estrellas
aquellas opacas, sin brillo, sin promesas...
¡No! ¡No me digas nada!
El tiempo sigue pasando,
el destino muchas veces es cruel
y prohíbe las miradas.
Ya no digas nada,
siento lo que callas en mi alma.
Y miles de palabras encerradas,
quedarán también en mi corazón, calladas.
Cuando la desesperanza se hace dueña de los sueños, la fe tiene ya poca importancia. Bellas letras, Kary.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Frank.Un honor leerte siemrpe,besotes.
EliminarVolví a leerlo, Kary, y esta vez aún me gustó mucho más. Escribes divino mi querida amiga. Besotes.
ResponderEliminarDoblemente gracias Frank.
EliminarUn honor para mí tener tu opinión.
Besos!
Un gran dolor es sentir el dolor de quien amas
ResponderEliminarAsí es Diana, siempre duele.
EliminarMuchísimas gracias por visitar mi rincón. Me gusta verte y leerte. :) Un beso.
Es hermoso!! Un dejo de nostalgia entre dos almas que se aman.... No me digas nada, mi alma escucha la tuya en el silencio de mis madrugadas...... besos Kary :)me
ResponderEliminarGracias Isabel, me encanta tenerte por acá ♥ Me siento feliz cuando les gusta mis poemas♥
EliminarAbrazos amiga!