Ya no soy nada en tu vida, el río desvió sus aguas
ahora es otra quien toma tu mano
quien calienta tu cama,
pero yo sé que vivo en tu alma.
Ya no seré quien ilumine tu mirada
ni la que te cuide en las mañanas
pero yo estoy grabada a fuego
y me recordarás al salir el alba.
Ya no seré quien encienda tu cuerpo
ni la que saboree tus besos
pero cada vez al pensarme
sentirás ese fuego imparable.
El amor fue muy grande
puro y arrasante,
quedarán mis huellas perforadas
como una marca registrada.
Ella ocupa ahora mi lugar
pero jamás, nunca en la vida
logrará hacerte sentir
lo que hice nacer yo en ti.
No me vas a olvidar,
no podrás arrancarme de tu piel
aunque ella esté a tu lado cada amanecer.
Bellisimo este blog, me ha gustado mucho.Femenino, sensual, el poema me llego al alma, se siente la emocion con la que se escribio.Un abrazo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Estela!
EliminarQué pena ver recién hoy tu comentario. Pero te agradezco enormemente tus generosas palabras. Un beso!