Hoy me levanté diferente, sintiéndome distinta. Dejé en el espejo, esta mañana, una mirada profunda. Me miré y noté como mi ser salía por el iris que tomó vida en mi reflejo. Me quedé por dentro vacía, y de pronto un escalofrío me devolvió a la realidad; mostrándome que a partir de hoy cambiaría mi vida. Dejé en ese espejo la mujer sufrida, la tímida, la desapercibida. Hoy me mostraré ante el mundo decidida, valiente, y por qué no, hasta un poco agresiva. Seré mi propia guardiana. Aprenderé a regalarme tiempo, horas, momentos que necesito para poder sentirme llena y así, poder dar más de mí.
Se acerca la hora de cocinar, sin embargo, tengo unos libros que me esperan con sus historias para llevarme a soñar.
No dudaré, el sol se refleja en mi rostro, me invita a disfrutar del día. Afuera hay vida, y hoy tengo ganas de vivirlo con intensidad, aunque tenga que enfrentarme a todos.
Hoy, la ama de casa, la madre; la esposa, la amiga, te recordará que ante todo, es MUJER.
Soy mujer con mis sentimientos a flor de piel, no te olvides.
Soy una mujer frágil y débil ante tu olvido.
Soy mujer de mirada dulce pero también arrasante.
Una mujer dócil, tierna como pides.
Seré lo que quieras y lo que sueñes
cuando recuerdes que estoy a tu lado
en tu cama, respirando junto a ti
en la misma almohada.
Puedo ser sumisa ante tus pedidos
pero guerrera sin pedirlo.
No divagues en el tiempo
sigo aquí, en todo momento.
Soy tu mujer, tu luz y tu sombra
tu ángel y tu demencia
tu perdón y tu impaciencia.
Tu compañera, tu amiga;
tu debilidad, tu deseo,
la que espera el nuevo día
con ilusión, tu recuerdo.