me obligo,
me exijo olvidar
prohíbo a mis lágrimas escapar.
Es entonces cuando al oír una canción,
leer alguna frase
o palabra de amor
o palabra de amor
aparece en mi recuerdo el dolor.
Desborda cada lágrima sin contención
explotando desde mi corazón.
Desvío mi mente, ocupo mi tiempo,
reemplazo tu mirada quedando la mía
húmeda y nublada.
Freno los impulsos internos
que me desquician, me enloquecen,
¡me desbordan por completo!
Los encadeno, los encarcelo,
Los encadeno, los encarcelo,
sello mi boca
la amordazo, la dejo en silencio...
¡Sangrando por dentro!
!!!!ESTOY DONDE QUIERO!!!!
¡Donde elegí!
¡Donde debo!
Me castigo en la soledad
de mi silencio eterno.
Me condeno,
me reprimo
me domino,
me miento,
me lastimo,
me enveneno,
me cohíbo.
¡Siento el delirio!
Quiero escapar en mis sueños
correr, correr,
llegar muy lejos.
A lo más lejano del horizonte
donde el precipicio tiene tu nombre,
donde está el abismo de tu alma,
donde deambula la mía perturbada.
Mis pupilas dilatadas dibujan,
en las noches de neblina, tu cara;
ya no son noches serenas...
¡Esa es mi condena!
La luna hechizó mi mente
te grabó en mi memoria eternamente.
Mis venas siguen con tu sangre
como si hubiera sido real
aquel día del pacto
donde seríamos unidos para siempre.
La siento en mis entrañas
cada vez que intento arrancarte de mi alma
¡Amenazo con olvidarte!
¡No puedo, por dios, no puedo!
Te llevo tatuado en mi corazón
en la esencia de mi alma
en el sonido de mi voz,
en el murmullo inolvidable
de cada madrugada de pasión.
En el espejo, dejo la huella de mi mirada
cuando veo la tuya reflejada como un fantasma,
ese es el momento en que me rindo.
¡El reflejo me lo dice!
Siempre me sentiré tuya.
Estoy condenada a amarte
¡Jamás podré olvidarte!
Aunque me esconda entre escombros
o intente por el inmenso cielo esfumarme...