Detrás de tus pasos, van los míos
mi cuerpo te sostiene,
en cada recaída, en cada desvanecimiento;
mis brazos protegen los tuyos,
consuelan tu desesperación,
cobijan tu dolor.
Eres mi guerrero valiente;
Yo, tu alma protectora,
no vivo sin tu coraje y fuerza;
te acompaño a andar en este camino
pedregoso y volcánico;
soy tu luz y tú, mi armonía.
Siempre mantienes tu espada erguida,
soy tu caparazón de hierro
la que detiene los puñales;
la que intenta darte ilusión en tu vida,
la que impide que claves tu arma en el suelo
dando final al camino.
Soy tu alma misteriosa
la que desvive por tu amor,
la que vaciaría sus venas
por mantener las tuyas llenas de mí,
y darte al menos un sentido
y poder seguir... seguir...dejando huellas.
Detrás de tu mente
está la mía,
susurrándote
aconsejándote, cuidándote
esforzándose de mantenerte
aquí, conmigo.
Te doy un amanecer nuevo
cada día,
te arrullo en las noches
de soledad
haciéndote ver la luna en mis ojos
hipnotizando tu pupila enamorada.
Dentro de tu corazón
está el mío… el que un día te regalé.
El que sufre, el que palpita y se acelera
Junto al tuyo,
Y el que dejaría de latir sin tu respiración...
"y poder seguir... seguir...dejando huellas".
ResponderEliminar"Dentro de tu corazón
está el mío… el que un día te regalé
El que sufre, el que palpita y se acelera
Junto al tuyo,
Y el que dejaría latir sin tu respiración..."
Qué hermosas letras acompasadas y mecidas por tu pecho mientras tu corazón en alto y firme, resuena. Un beso corazón.
Gracias Frank, es que está totalmente escrito desde el corazón ,muakk gracias por tu comentario:)
ResponderEliminarEso se nota amiga y no sabes cuánto. Muchas felicidades, tu felicidad rebosa a raudales y me da alegría el que la compartas conmigo. Un abrazo muy fuerte.
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